millonaria y el exceso de cirugías hizo estragos con su rostro. Dicen que se hizo más de 30 cirugías, en las que gastó tres millones de euros!! Aunque no lo parezca, Jocelyn un día fue bella. Se casó con Alec Wildenstein, heredero de una fortuna de 10,000 millones de dólares, pero a los pocos años se divorciaron. Las cosas comenzaron a quebrarse cuando su marido decidió abandonar su vida lujuriosa para vivir en su finca africana (ella no le gustaba esa idea). Este tipo también era un poco “raro”, ya que le gustaba en demasía los gatos. Jocelyn, abrumada por la pérdida de afecto de su marido, acudió a un cirujano para rejuvenecer su rostro, pero no tuvo los resultados que esperaba. Con toda la desesperación, tuvo la “brillante idea” (mejor dicho la ideota!) de convertirse en lo más parecido a un gato, pensando que su marido pondría más antención en ella. Luego de muchas batallas, peleas y broncas ella logró reconquistar a su marido. No sé cómo lo hizo, pero lo consiguió. Después de todas sus cirugías se ha convertido en esta cosa horrible!
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